Caliente es un pintoresco pueblo del Oeste americano, uno de los últimos lugares donde repostar gasolina antes de adentrarse en la Highway 375. Esta carretera rodea el Área 51, una zona militar de alto secreto donde el Ejército realiza pruebas de armamento y donde, según la rumorología local inspirada por el secretismo y por el inquietante paisaje de thriller desalmado, el Gobierno y la CIA llevaron a cabo furtivos experimentos con seres de otro planeta.
Por si acaso, y como (casi) todo es posible en EEUU, desde el año 1996 la Highway 375 se llama oficialmente E.T. Highway. O sea, Carretera Extraterrestre.
La estrecha secundaria se extiende en línea recta hacia el lento atardecer, mágica y sedante. En la cuneta, una extraña hilera de botellas de colores se balancea. Son para atraer a los ovnis, y las han colocado aquí los que buscan encontrarse con seres de otros planetas.
Unos noventa kilómetros más de cáctus y polvo y aparece una casa del Far West que una vez al año abre como sede del Congreso de Ufología. Tras ella surge una ristra de autocaravanas desvencijadas.Es Rachel, el único pueblo de la zona.
Tiene una población de 98 humanos y un número desconocido de aliens (según su pág. web). Aquí, los servicios se reducen a una iglesia, una tienda y un motel llamado A’Le’Inn, donde se puede encontrar una colección de objetos relacionados con los marcianos y pequeñas habitaciones en forma de autocaravanas.
Todo un llamamiento a otras vidas fuera de la tierra.
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