miércoles, 28 de octubre de 2009

Levanto el vuelo


Estoy unido al suelo...podría decirse que con los pies en la tierra. Si, pero a veces es bueno sentirse libre, volar...sentir que tu piel deja de ser tu frontera y, como un gas, ocupas todo el volumen posible.

No se si existe un alma o somos pura mezcla entre la Física y la Química de nuestro cuerpo, solo se que las ansias de elevarme, y ser poco menos que una nube: ligero como ellas, invisible como el aire y, a la vez, sentirme fuerte, capaz de tumbar casas y mostrar tanto respeto como calma.

No hablo de soñar, hablo de esa sensación de que todo va bien, esa sensación tan necesaria en cualquier persona y, sin embargo tan poco apreciada y valorada: la felicidad. Ese sentimiento que va tan unido a estabilidad (que no rutina) y a vivir. No estoy vivo, vagabundeo entre la gente como un ente mas, como alguien que camina por la calle para llegar a algún sitio; pocas son las veces que caminamos por caminar, que hacemos algo por el placer de hacerlo. Siempre actuamos para llegar a algún sitio, y olvidamos que mas importante que la meta es el camino. Si has cogido algún atajo, has perdido la experiencia de un camino mas largo. Si has hecho trampas, no tendrás honor, y tus propios compañeros te repudiarán; y si, por el contrario, a pesar de ser el último, has ido paso a paso por el camino largo, habrás de sentirte tan laureado como el primero. No quiero referirme con ésto a que no importe ganar o perder, si no que, si no eres bueno, da igual que ganes la mejor competición del mundo haciendo trampas, porque la gente que entienda de ese tema, no te respetará. Si, por el contrario eres el único que no hace trampas, los entendidos sabrán valorar tu verdadera calidad, te respetarán y valorarán, y sabrán quien es de verdad el mejor.

Ahora mismo, siento que no soy libre, que una extraña suciedad recubre cada poro de mi piel, y, cuanto mas me lavo mas suciedad tengo. Ahora mismo quiero subir hasta una montaña y no puedo coronar la colina que tengo delante. El aire está enrarecido, como si lo que respirase es una droga que me hace seguir una rutina programada, sin pensar en nada. ¿por qué actuamos todos igual? no tengo esa respuesta, de hecho aún no tengo respuesta a esas preguntas tan elementales como ¿quien soy?. Solo tengo una respuesta. La única meta de la vida, es encontrar esa misma meta, y con ello ser libre. VOLAR.

¿Dónde encontrarla? No lo se. ¿Cómo
hacerlo? tampoco puedo saberlo, pero si intuirlo. la mejor forma para hacerlo es con el conocimiento de uno mismo, de mis necesidades, de mis virtudes, pero también de mis vicios. Saber en que dirección se da cada paso es importante y aunque todos estén en contra es tu deber descubrirte. Todo el mundo intenta controlar tu vida, y con ello encadenarte y cortarte las alas. Si algo te impide volar, un techo, una jaula, un grillete, lo que sea, huye de ello por mas que te apene. No hoy ni mañana, si no cuando puedas hacerlo sin que todo lo que tienes se desvanezca en el aire. Pero, no deberías dejar que nada te impida ser libre porque, amigo mio, si algo se interpone entre tu y tu libertad...serás su esclavo para siempre. Serás un globo destinado a volar y condenado a permanecer atado.

Esa es la razón de mi larga agonía. tan solo espero muerto el momento de revivir, volar y sentirme libre. Mientras tanto, solo puedo esperar, y luchar por seguir hacia adelante, por llegar hacia la libertad y abandonar este camino de podredumbre
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1 comentario:

  1. Que jefe!Esta muy guapo....
    me gusta esa frase de "serás un globo destinado a volar y condenado a permanecer atado"

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