El rapero zaragozano acaba de poner en circulación el disco
autoeditado que grabó junto a la banda de jazz catalana y que ensayo entre sold
out y sold out pot la geografía española. Se trata de un trabajo tan grande
como el alma de quien contesta a mis preguntas. ¿Tiempos oscuros?. No. Más
bien, el momento perfecto para un renacimiento.
Si en estos tiempos que corren para el zaragocismo, Kase O
aparece con un chándal del Real Zaragoza, no puedo si no esperar salir de Rap
Solo con una sonrisa de oreja a oreja. El disco, que lleva por nombre los de
los implicados en darle forma, cuenta con antiguas letras aparecidas en
colaboraciones de Kase O con otros artistas, todo llevado al terreno del jazz,
o más bien es el jazz el que se ha acercado al hip hop. “Por supuesto, es el jazz adaptado al hip hop. No deja de ser mi
proyecto, pero cada miembro del grupo tiene sus inquietudes, una forma de
entender la música, de sonar, y hay que ponerlos de acuerdo y entenderme a mí
con mis miedos y mis paranoias”.
Un trabajo raro en cuanto al orden de los
factores, ya que lo normal es sacar disco y luego presentarlo en directo. “La razón es porque ha sido muy improvisado
desde el principio y no era un proyecto como tal. Era una afición o inquietud,
quería hacer cosas con músicos y al principio, cuando empezamos, era solo por
hacer jam sessions por Barcelona y pasarlo bien”. Bueno, y una vez
publicado el disco, se despide del proyecto. Raro. “Se termina porque me tengo que poner con mi disco de rap. Tengo que
hacer otra música, con otro aire, con letras nuevas…”
Me llama mucho la
atención el discurso de Kase O durante el minutaje del disco, sereno y optimista,
no parece que las canciones vengan de aquí y de allá, sino hechas para la
ocasión. “Las he elegido porque eran canciones
que se sostenían por si solas y tenían un mensaje que quería reproducir de
nuevo. Las más profundas, filosóficas o metafísicas si quieres llamarlas así…es
un poco denso ya que no hay mucho fresqueo ni vacile”.
Quizás no, pero si
hay mucho de terapia y de ejercicio interior vital. No hay más que escuchar “Libertad”
o “Renacimiento”. “No tiene grandes
metáforas porque lo que se dice es muy cotidiano. Hay veces que la gente
necesita que se lo digan para darse cuenta de que esa voz es la que ellos oyen
en su cabeza a veces. Estoy muy contento de haber escrito “Renacimiento”. Es de
esas canciones que escribes en momentos de crisis. Hasta a mi padre le gusta.
La caña que meto es toda para progresar, crear o ser feliz. Ese es el patrón
que he usado a la hora de escoger las letras”.
Conseguido, aunque echo en
falta alguna de Violadores del Verso. “La
verdad es que me di cuenta cuando ya habíamos acabado el disco y se nos quedó
cara de tontos porque además tenemos un par de canciones ensayadas con ellos y
no hubiera costado nada. Creo que la razón es que estábamos muy liados con los
nuestro"
Volviendo a las letras, también noto que Kase O ha elegido con
cuidado, consciente del poder en su mensaje. “Me cuido mucho de hablar de vicios ahora mismo. No quiero que por hacer
una oda al alcohol acabe alguien alcohólico. Es que te das cuenta de que sí
tienes ese poder. Ya cometí en su momento el error de creérmelo. Ahora enfoco
las letras de forma más positiva, pero eso no quiere decir que el año que viene
no quiera reventar el mundo y odie a todos. Como artista también tengo que dar
rienda suelta a la destrucción, que no soy Buda”.
No, no lo eres, pero tu
dosis de oscuridad y tormento también la has tenido, y bien gorda. “Ahora no quiero dar miedo a la gente,
quiero dar amor. Esa es la evolución de mi estilo”.
Un estilo forjado
bajando a los infiernos y subiendo a tomar aire de vez en cuando. Desde luego,
Kase O es humano. Humano y crítico consigo mismo. “Hay decisiones que las puedes retrasar todo tu vida y ser un infeliz o
tomarlas y cambiar a mejor. Se puede dar ejemplo con tu actitud, tu presencia y
tu positivismo. Todo el mundo sabe cuál es el buen camino. Hay de firmar un
contrato blindado con uno mismo y tomar decisiones que puede que sean las más
guapas de tu vida, y no hace falta que sean grandes. Son las pequeñas cosas las
que te hacen ser mejor en la vida”.
Ser mejor en la vida, en tu vida no en
tu trabajo, eso no se compra, es ese ejercicio que nos enseñan a hacer en el
colegio. “Encuentro muy a menudo a gente
que son su peor enemigo, y ese he sido yo durante treinta años. Primero estoy
yo y luego me encargo de los de fuera, si no ¿qué voy a darles? Hay que
diferenciar egoísmos. El control de tu vida solo lo puedes tener tú y cuanto más
egoísta eres en el buen sentido, más puedes dar a otros al ser feliz. Una vez
sabes que puedes alegrarle el día a alguien, úsalo y saca sonrisas allá por
donde vayas. Ya pasó mi época oscura en la que molestaba todo el mundo”
Ustedes
no lo ven, pero estoy haciendo la ola. [Rafa Angulo- Mondo Sonoro]
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