Una de las formas para estudiar la personalidad de los individuos es hacerlo partiendo de la base de que ésta se mantiene estable a lo largo de todo nuestro ciclo vital.
Los autores que investigaron sobre esto fueron Costa y McCrae en 1980; investigaron sobre cuáles eran los rasgos esenciales de la personalidad, llegando a la conclusión de que existen básicamente cinco, conocidos desde entonces como
"Los 5 Grandes".
Estos cinco rasgos de los que nos hablan muestran una tendencia clara a la estabilidad y son:
neuroticismo (indica una inestabilidad emocional, hostilidad, inquietud, timidez,..);
apertura a la experiencia (describe a las personas que están dispuestas a emprender nuevas actividades, que aprecian la belleza y cuestionan los valores tradicionales);
extraversión (indica calidez, carácter sociable, búsqueda de actividades excitantes, disfrutan de la vida);
rectitud (personas competentes, ordenadas, cumplidoras del deber, concienzudas, disciplinadas, que tienden al éxito social);
afabilidad (personas en las que se puede confiar, altruistas, sinceras, modestas y condescendientes).
Todo esto, no indica que la personalidad se mantenga permanente a lo largo de los años de manera radical, de hecho, pueden producirse cambios debido a exigencias o situaciones traumáticas. De este modo, los rasgos de personalidad se conviertesn en modos de afrontar la vida, es decir, cada uno se adapta a su contexto en función al rasgo de personalidad que posea.
Este estudio de Costa y McCrae ha dado lugar a multitud de investigaciones posterior en distintos países.
En España, el centro de investigacion y dirección se encuentra en la
Facultad de Psicología de La Universidad Pontificia de Salamanca.
Delis